La tecnología o conectividad NFC es una plataforma abierta pensada desde el inicio para teléfonos y dispositivos móviles. Su tasa de transferencia puede alcanzar los 424 kbit/s por lo que su enfoque más que para la transmisión de grandes cantidades de datos es para comunicación instantánea.
Es decir, identificación y validación de equipos o personas.
Su punto fuerte está en la velocidad de comunicación, que es casi instantánea sin necesidad de emparejamiento previo. Como punto flojo, el alcance de la tecnología NFC es muy reducido, pues se mueve como máximo en un rango de 20 cm. A su favor también juega que su uso es transparente a los usuarios y que los equipos con tecnología NFC son capaces de enviar y recibir información al mismo tiempo.
La tecnología NFC puede funcionar en dos modos:
-Activo, en el que ambos equipos con chip NFC generan un campo electromagnético e intercambian datos.
-Pasivo, en el que solo hay un dispositivo activo y el otro aprovecha ese campo para intercambiar la información.
SEGURIDAD.
Dado que estamos ante una comunicación por radiofrecuencia, la lectura de nuestra transmisión es una posibilidad que existe siempre. En el caso de la tecnología NFC se cuenta con la ventaja de la poca distancia a la que la misma opera, pero no se puede descartar la copia de los códigos de nuestro chip para un uso fraudulento. Además, no solo la posibilidad de robar nuestros datos está ahí si no que la modificación o inserción de errores en la misma también existe.
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